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viernes, 7 de febrero de 2014

Cosas de la vida

Desde dentro de un coche
En silencio
A oscuras
Y a las diez de la noche
Todo se ve diferente.

Espero un guiño de la luna
Mientras las luces de faro
De paso me deslumbran
E interrumpen repentinamente
Mi balance vital.

Andar trascendental
A según que horas
Me produce miedo.

martes, 26 de febrero de 2013

Reglas

Regla número uno:
no darle tantas vueltas
y vueltas
y más vueltas
a las cosas.

Ayer analizar hasta la saciedad
y sin conclusión alguna
un horóscopo inútil
para esta semana:
"Decide y no bailes entre dos aguas, seguir actuando a medias tintas puede herir a alguien y acabar por hacerte daño"

Hoy me empeño en comprender el funcionamiento
de ese raro instinto animal,
de ese sentido que muestran ciertos animales de compañía (o no).
Descifrar la conexión que se genera entre nuestros ojos
y comprender si llegan a entender de alguna forma su importancia para tantos de nosotros.

Quizás estoy sensiblona
y esa iba a ser la regla número dos.

sábado, 2 de febrero de 2013

Tengo ganas de gritar, de llorar, de reír, de llamarte con mi propio cuerpo, de esconderme y renacer, de abrazarte, de llorarte, de olvidarme, de perderme y encontrarte.

Tengo ganas de asomarme a la ventana
de unos ojos que no esquiven
la mirada en el espejo.
Tengo ganas de ser yo.

Ni volver al pasado ni ser ancla en el vacío.


martes, 25 de diciembre de 2012

Pensando en la manera de poner mi granito de arena para contribuir al cambio necesario de conciencia de esta nueva era.

Acojonada.

Lo sé desde hace tiempo, mi reto vital hasta ahora averiguar cómo, descubrirlo, atreverme y hacerlo.

Propósito venidero vigente...


domingo, 9 de diciembre de 2012

Camisas de fuerza

Sometida al dictamen absurdo
del pensamiento costumbrista.

Ansío cruzar puentes,
localizar faros,
recolectar besos en cesto de mimbre,
buscar el punto exacto en que dos pupilas se hacen ojo único.

Pero malgasto mis pocas fuerzas
en dar de comer a las sombras
y riego con abundante agua las dudas.

Me acojonas, lo reconozco.

Me acojona la incertidumbre que conlleva volar,
tocar con los dedos la posibilidad
de sentirte en paz,
me acojona la fuerza que como un remolino sale de algún pecho,
y el hecho de verte a veces espejo
y otras tantas polo totalmente opuesto.

Quizás si es sólo eso de vivir,
dejar que te lleve la corriente.
Pero algo innato se empeña en atraparme y
la camisa de fuerza de mi propia piel a veces me queda grande.

En aullido y despedida.

Nada después del aullido
e insisto.

Busco desesperadamente 
el hueco de un pecho 
donde derretirme,
donde desbocar mi grito,
donde derramar el cáliz
que guardo recelosa,
donde desmontar mis huesos
en juego inocente
para volver a encajarlos
cual puzzle del diablo.

Mas nada después del aullido.
No hay opción a réplica.
No insistas.

Mi boca está vacía
y mis ojos sólo sangran,
de perpetuo algo arraiga en mi garganta,
me priva de la forma de llamarte
y me despido sin haber llegado a ser.

domingo, 28 de octubre de 2012

Lo de ser compañera.



Es raro lo de sentir ganas de que te abracen,
y más aún, de que te abrace alguien concreto.

Raro lo de que parezca toda una vida,
lo de no tener miedo,
lo de confiar,
lo de compartir,
lo de mirar al infinito,
lo de las risas,
lo del silencio,
lo de dormir
y sopesar las dudas como algo natural.

Es raro lo de no tener que dar explicaciones
y a la vez, desear que te pregunten con segundas
¡para gritar!

Es raro de lo echar de menos
y sobre todo lo de conformarse con ser compañera,
ir junto a alguien,
compartir afectos y estados de ánimo.

Existir y coincidir en ti
mientras tú existes y coincides en mi.

9/5

Llevo unos días en que un cañón
parece ha agujereado la boca de mi estómago
y al conducir el vaivén de mis oídos
me sumerge en un mareo nauseabundo,
donde la carretera es toda curva
y ola de alquitrán que me pinta los labios.

Ando perdida, sin fuerzas,
arrastrándome semana abajo
y vida arriba
tratando de escalar los nueves máximos
y los cinco mínimos,
tratando de escoger el polivitamínico ideal
y el plan perfecto para nuestro retiro.

Llevo un tiempo, también,
olvidando bajo la almohada
las agujas de un despertador asesino
para que no insulte mi despertar de otoño.
Hoy por cojones acelera el anochecer
como única manera de recordarme
que debo beber mucha agua,
café, cocacola, y tomar sal.

Quizás la palidez que muestra mi rostro
es la de hace tiempo,
la de saberme un fantasma
que se convertirá en polvo
y aún arrastra cadena y bola
-como en los cómics-;
la consecuencia inequívoca
de un síndrome de abstinencia ya conocido.



jueves, 23 de agosto de 2012

Difusos...

Conversaciones difusas
a horas difusas
un miércoles cualquiera
de un agosto difuso.


Tus palabras difusas
vuelven a provocarme
la lágrima difusa
que nubla mi mirada.


Y difusamente acierto a decir
que no necesito
un amante difuso,
un cuerpo difuso en la distancia,
ni una espera difusa
a través del tiempo.

viernes, 17 de agosto de 2012

Peso muerto. Es tarde.

Reconociste
(tarde)
hasta dónde
el caudal
de mi locura,
hasta dónde 
(aunque tarde)
el antagonismo
incierto
entre mi yo real
y mi yo ficticio,
el amanecer
fortuito 
que sólo cabe
en unas manos.

Reconociste 
(si cabe aún,
más tarde)
mi fatuo ardor,
cual acometido
inequívoco
para este
peso muerto.


Mecánico

He repasado una a una mis entrañas
y los recovecos donde
anidan en panal de abeja
los malditos nervios,
donde se diseccionan en cascada
los pensamientos inútiles
y los estados de shock
que alternan irremediablemente
mi cama, como mala puta.

He ahuyentado los fantasmas,
los ojos voladores
que a modo de mariposa sin alas
se precipitan sobre flores negras
y he ahuecado el entresijo
de preguntas sin respuestas
depurando la posibilidad
de un trasvase de energías
entre cuerpos.

La oquedad transita insulsa,
no hay pliegues,
ni hojarasca,
ni tumulto más allá
del respirar mecánico,
del transitar mecánico,
del recordar mecánico.



domingo, 5 de agosto de 2012

Noches de verano.

Planteándote según que cosas a estas horas
no lograrás conciliar el sueño.


Hoy es uno de esos días antiguos,
aunque no tan viejos,
en los que el vacío lo llena todo
aunque intentes remediarlo
con un paseo en compañía
y busques desesperadamente
darle sentido.


"Sobre todo cuidado con tus emociones"


"En septiembre se abrirá un nuevo proceso de selección"


"Jamás volveré a separarme"




Sábado noche de desvelo
e inseguridades revividas.
Agosto me mata.

martes, 10 de julio de 2012

Dubitation victim

Dubitation victim
cual signo de interrogación
sin pregunta y sin respuesta
a la que agarrar
con el garfio impío
de las malas lenguas.


Dubitation victim
vestida de etiqueta,
probándose disfraces
para agradar a todos
sin conseguir 
absolutamente nada.


Dubitation victim
en un mundo de locos
donde el hombre
es un lobo para el hombre,
y el amigo no existe.


Estás sola.


Estás sola, dubitation victim.


Codéate con la élite
y actúa como ellos.
No seas tan sensible.
No llores.
No seas tú misma.
No.
No.
No.


Ríete,
sé falsa,
participa de la compraventa
de intereses
y no dudes,
ante todo,
no dudes Dubitation Victim.


Tú, segura.





viernes, 15 de junio de 2012

Inexorable duda.

Por un lado
quiero estar ahí
y que tú estés,
que lo estés 
como jamás
nadie lo estuvo,
como nadie nunca está.
Por un lado
quiero darme
la oportunidad
y volver a dártela,
quiero creer
que es posible
no volver a tropezar
en la misma piedra
que me lanzas.


Pero por otro
dudo,
y sé que nada vale ya:
El tiempo lo borra todo.
¿Nos quedará la amistad?



sábado, 9 de junio de 2012

Pensamientos. VOL.2


Presiento que en breve voy a caer. Estoy descendiendo de nuevo por las escaleras de la angustia hacia no sé sabe dónde. Suerte de las siete horas de rigor ocupadas por la obligación y las otras ocho o nueve que me obligo a cerrar los ojos.
Siempre le echamos la culpa al vaivén de hormonas que supone que nos visite la chica de rojo, no sé si realmente es eso o que ya toca… De repente veo un simple programa de televisión y lloro. Me emparanoio con lo idílico que presentan el plan y con la posibilidad de que yo nunca pueda llevarlo a cabo. Hace años se despertó en mí el instinto maternal sobremanera pero de unos años a esta parte me autoconvencí de que lo mejor era ni pensarlo ni siquiera intentarlo (vaya herencia genética le iba a prestar al pobre que viniera). Pero ahora veo que el tiempo pasa y que necesito lo que tantos tienen.
¿Es malo? Más por lo que conlleva que por el simple hecho en sí. Más por lo de compartir, por lo de darle sentido de una puta vez a algo en esta puta vida, más por lo de no estar sólo en este circo romano y más por luchar con alguien por algo. El problema es si no hay alguien alguno.
Desde hace un tiempo sólo quiero tener cerca alguien en quien apoyarme en su hombro para llorar, alguien que simplemente escuche sin juzgar, alguien a quien coger de la mano, alguien con quien compartir el silencio, alguien con quien superar el asco, alguien a quien poder aportarle algo, alguien con quien reír y alguien con quien perseguir la tranquilidad que tal histérico corazón ansía.
Se hace difícil y con la edad más. Un día crees que lo estás consiguiendo y otro te das cuenta de que todo era simplemente un cuento, un espejismo, una mentira.
Y vuelves a maldecir que él no esté como hace año , sin entenderlo pero desinteresadamente, cuando tienes ganas de llorar porque la ansiedad te sale por las bóvedas oculares y por los oídos. Vuelves a pensar en ella como única posibilidad, aunque no sea la solución. Vuelves a cobijarte bajo los que tienes cerca sin el valor suficiente para darles las gracias por todo y cómo sintiéndote una mierda.
Vuelves a mandar sms sin sentido.
 Buscas ayuda desesperadamente.
Sólo quieres no estar sola.
Te  has dado cuenta de que eres incompatible con tantas cosas y que tus miedos te impiden otras tantas… pero esto no es nada nuevo.
Hoy  sólo tengo ganas de llorar y el psiquiatra me recomendó que cuando me vinieran estas ganas imperiosas de hacerlo lo hiciera sin preocuparme de que me pregunten que me pasa. Es sólo una necesidad física.

domingo, 27 de mayo de 2012

Ahogándose

Nadando entre palabras.


Asco.

Rabia.

Picores.

Miedo.


Dormir o sueño perpetuo.



Y un pitido insoportable en los oídos.

Desconozco el por qué.

Sigo buscándote en el vacío.
Prefiero la sordera a esta angustia absurda.

Según la segunda acepción de la definición de vida de la RAE,
no.

Asco.


martes, 22 de mayo de 2012

Cansancio

Andas fatigado,
como no hacía tiempo,
y aunque has crecido
las circunstancias siguen 
desbordándote.

Tan maduro para unas cosas
y tan de mantequilla para otras.

No perteneces a ningún grupo,
andas cabizbajo cuando no controlas
y últimamente es a menudo.
Deberías conformarte,
no serás padre ni madre coraje
a lo más creerás que rozas una estrella
y no será más que pisar mierda.





lunes, 9 de abril de 2012

Quiero juntarte

Quiero juntarte 
vocales con consonantes,
sílabas y palabras
para hacerte los versos
quizás más estúpidos y cursis.


Quiero también amarrarte 
prisionera a mi entrepierna
hasta ahogarnos
y darte de beber las lágrimas
que sin querer provocamos.


Quiero incluso olvidarme
de si puedo existir
o simplemente ser un atisbo
de lujuria que se escapa
por mi espalda.


Y así como sin quererlo
deshacerme de la duda
y de los miedos
que me atan.

domingo, 8 de abril de 2012

Ni muletas ni engaños.


Avanzamos a tientas y dudamos 

si esto que se parece a la alegría 

es sólo la señal definitiva 

de que hemos vuelto a equivocarnos.


Amalia Bautista.




Ni muletas ni (auto)engaños.


El agua y el aceite no ligan
por mucho que remuevas.


Los disfraces no son más
que meros obstáculos
en mi propia realidad
y empeñarnos en coger un tren
que no llega 
es seguir engañándonos.


A veces ni siquiera los acentos
acentúan,
a lo más equivocan un alfabeto mudo
del que soy la prisionera.
Ya apenas nadie estudia "lenguas muertas".


¿Para qué la terapia y las drogas?


Volví a sentir como mis tripas
eran pasto de la máquina
que pica carne,
volví a sentir como minúsculos cristales
se rompían en mi boca
y un escalofrío abismal
recorrió mi cuerpo.


No quiero ni muletas ni (auto)engaños.







miércoles, 21 de marzo de 2012

Quién sabe... tal vez...

Tal vez es
La falta de costumbre,
O el haberme olvidado de vivir
Como se debe hacer
Con los cinco sentidos puestos
En el mundo.
Respirando cada olor,
Tocando cada piel posible,
Mirando frente a frente,
Saboreando lo dulce y lo salado,
Y escuchando como late
El centro de la tierra.
Tal vez es simplemente
Estar acojonada,
Y a la vez ser egoísta
-Pensar primero en mí
Antaño era impensable-
Tal vez incluso es
Miedo,
Vergüenza
E incluso desgana…
Hay tardes de lluvia
Y de vacaciones, como ésta,
En las que sólo
Espero la inhalación de aire
Involuntaria que ensancha mis pulmones
Y estar a cobijo de la lluvia
Y de tus garras.