martes, 6 de noviembre de 2012

Enterarte que en poco más de una semana
toca uno de tus cantantes preferidos en la capital
y desear comprar dos entradas
para, por fin, ir acompañada

y susurrarle cosas al oído
mientras le aprietas fuerte de la mano,

y tararear
o inventar letras porque a veces
se te olvidan.

Enterarte de que es un jueves
y justo cuando sales de currar
me lanza imposibles como dardos:

Imposible llegar puntual.

Imposible encontrar entrada.

Imposible convencerte
-y convencerme-.

Quizás pronto y no tan tarde convenzamos al poeta









jueves, 1 de noviembre de 2012

Definitivamente


Regodearse en tus lágrimas
y en tu propia soledad
no puede estar tan mal
una noche de difuntos

el cadáver lo hace interrumpidamente
en su lecho de muerte,

y no vas a ser menos
por no jugar al absurdo truco o trato
o por que tu única castaña fuera
la de caer desde la nube agujereada...

Temporalmente el frío cala tus huesos
y eres títere inerme en sus manos
aunque busques el calor de un ser viviente
que por costumbre duerme a tu lado.

Definitivamente planear no entra en mis planes.

Hoy sonrío de forma ficticia
y me maquillo como queriendo
homenajear a todos los que como yo
sintieron alguna vez la muerte en sus labios.