martes, 17 de enero de 2012

Doble ración

La verdad que empiezo a creerme eso que dicen de que para que los demás te vean diferente primero tienes que verte tú mismo con otros ojos. Y es probable que los cristales de las gafas sigan empañándose o que el espejo esté un poco resquebrajado y no refleje totalmente tu silueta, pero eres tú la que se muestra ahí.
Con sus miedos y sus dudas, sí, y ¿qué pasa?
Con sus defectos y virtudes ¿y?

Sudar no es malo.
Ni llorar.
Que el viento te despeine es algo natural, como gritar.

Y bueno, a todo el mundo le gusta sentirse deseada, sentirse especial y por qué no cachonda.

De vez en cuando doble ración de pastel aparte de engordar te sube la moral.

4 comentarios:

  1. que bueno es sentirte bien ¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. claro que si, ya esta bien de que los cristales de las gafas se empañen con nuestras lagrimas......tambien se puede llorar de risa, se placer, de emocion....no solo por dolor¡¡¡

    El amor lo cubre todo. Lo malo tiene los dias contados y esos dias ya han terminado.

    ResponderEliminar
  3. genial. En el momento en que uno toma consciencia de que la persona a quien ve en el espejo es uno mismo, con todas sus luces y también con sus limitaciones, está comenzando a comprender que ésta es la base sobre la que se puede trabajar de manera activa ... a quien le parezca bien bien y a quien no pues también. Hasta que no nos aceptamos estamos en una fase en la cual llenamos las maletas de ropa pero el taxi nunca toca el claxon anunciando que ya está en la puerta.

    ResponderEliminar

deja tu migaja