consuelo de tontos,
lo sé,
lo sabemos.
Pero hay lágrimas
que aunque de otros
mojan mi cara
y vacían mis propias
cuencas oculares.
Hay temblores de manos
que paralizan mis venas
y se convierten en mi motor,
en el impulso que me lleva
a agarrarlas sin saber por qué.
Hay silencios
que me dejan muda
y a la vez desatan palabras
que como mariposas
recién salidas del capullo
buscan la libertad.
Y hay también rabia,
frustraciones comunes,
incomprensiones
y limitaciones propias
de una situación que te desborda...
Mal de muchos
consuelo de tontos.
Lo sé.
Sólo puedo ofrecer
un hombro,
un oído,
y una mano.
Pues eso que ofreces, ya es mucho, Gracias
ResponderEliminarno siempre encontramos un hombro en el que llorar...
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