viernes, 1 de julio de 2011

EL CAMINO SE BORRA A LA PAR QUE VOY ANDANDO.

A ratos quiero encerrarme para siempre en mi cuarto,
en mis cascarón de tortuga o huevo roto,

y

desnudarme,
tirar la ropa de los chinos,
la del mercadillo y la de "marca",
quitarme hasta la piel si hiciera falta,
y hacer una hoguera con ella,

arrancarme los pelos uno a uno
y despintar mis uñas,
así aviva más la llama.

A ratos ser inventora
y patentar la manivela gira-ombligos
para poder remover mis propias tripas
y calmar la ansiedad que hierve en mí.

A ratos desahogarme
como figuro se desahoga la mujer parturienta,

volar si pudiera aún sin alas
o simplemente a vuelta de pájaros en la cabeza -imaginarios-
y observarme desde fuera,
desde otro nivel,
no más elevado o superior,
si no simplemente desde fuera de mí,
de mi creencia de mi misma,
de mi invención como ser humano,
mujer,
niña,
bipolar,
bisexual,
bicéfalo...

A ratos arrancarme las cadenas 
e inmiscuirme en la hierba
o entre los adoquines como cemento recién hecho
y no tener la sensación 
de que el camino se borra a la par que voy andando.

Ni sentirme pegajosa,
ni absurda,
ni sola,
ni animal malherido constantemente.

La vulgaridad de mi yo-poético
consiste en que a menudo
se confunde con mi yo real
y ya no sé si vivo en vida
o en simple verso.

Mientras 
el camino se borra a la par que voy andando.



2 comentarios:

  1. pues seran solo paranoias tuyas.....pero a mi me encanta leerte.
    Gracias Estel por compartir con todos nosotros.

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