A veces el cielo parece romperse, las nubes dejan claros y los últimos rayos de sol del domingo se despiden. ¿Hasta cuándo? A veces el simple hecho de no hacer nada es más gratificante que cualquier otra tarea que no sea puramente respirar, ver pasar las horas y las nubes como cometas que se nos escapan de las manos.
De todas formas el suelo sigue mojado y yo sigo inventando formas.
Es curioso como se puede pasar del cielo al infierno en un simple abrir y cerrar de ojos. Como unas manos pueden recogerte del suelo tan cuidadosamente y convertirte en barro maleable a su antojo, y tú te dejas.
Parece existes desde hace tiempo, no sé si creo en las casualidades o en las oportunidades, pero sólo hace un suspiro y ya echo en falta tu pecho para refugiarme y tu sonrisa como fuente para saciar mi sed.
Simplemente sueño y de tanto pensar me caigo en mi propio sueño.

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 2.5 España.
Mostrando entradas con la etiqueta paranoais. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta paranoais. Mostrar todas las entradas
domingo, 30 de septiembre de 2012
jueves, 13 de septiembre de 2012
Sensaciones -parte 1-
Momentos de plenitud.
De escapar de la jaula del cuerpo
y de la cárcel del pensamiento.
Ser toda alma.
Abandonar el pasado,
deshacer las malas experiencias
y los recuerdos inútiles
y proyectarme únicamente
en el aquí y ahora,
desnuda,
sin trampa ni cartón.
Fluir con la vida,
con la respiración,
con el latido inequívoco
del corazón.
Y despertar habiendo
mudado la piel y
resquebrajado el cascarón
para lanzar al aire
la posibilidad.
Perdonarme.
Aceptarme.
Sensación de pureza,
claridad,
tranquilidad
y yo soy la responsable.
De escapar de la jaula del cuerpo
y de la cárcel del pensamiento.
Ser toda alma.
Abandonar el pasado,
deshacer las malas experiencias
y los recuerdos inútiles
y proyectarme únicamente
en el aquí y ahora,
desnuda,
sin trampa ni cartón.
Fluir con la vida,
con la respiración,
con el latido inequívoco
del corazón.
Y despertar habiendo
mudado la piel y
resquebrajado el cascarón
para lanzar al aire
la posibilidad.
Perdonarme.
Aceptarme.
Sensación de pureza,
claridad,
tranquilidad
y yo soy la responsable.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)