No encajar con lugares,
con olores propios
y con cuerpos ajenos.
No encajar con sensaciones
que al punto pueden
congelar un corazón.
No encajar con el pensamiento,
ni con los propios impulsos
que a la torera se saltan
las barreras invisibles.
No encajar con tu costado.
Mi mitad entera es fruta seca
y el miedo el hilo invible
que teje esta condena.
No encajar en ningún sitio,
ni con la palabra precisa,
ni con la mirada directa,
ni con la calma suficiente.
comprendo esa sensación, como de eterno viajero, como alma errante. Es posible que nos sintamos como una pieza que no está en el puzle correcto, a lo mejor lo encontramos o no pero no podemos parar se intentar encontrarlo. Hace tiempo que no escribía por los blogs, que tengas unas felices fiestas marce
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