Para mí el sonido
Se limita al balbuceo de tu boca,
Al rechinar de tus dientes,
Al gotear la saliva de tus labios
Sobre mis labios.
El sonido se limita
Al vaivén de tus caderas
Y de tus suspiros y jadeos
En mi oreja,
Al mordisco que prodigo
Y tú me gritas.
El sonido es lo que viene
Tras el silencio roto
Que a ultrajadas nos espía
Cuando tu respiración se entrecorta
Y la mía intenta pillarle el relevo.
PRECIÓS...
ResponderEliminar