me auto-convenzo,
digo sentir paz dentro,
escuchar el tiempo
y me convierto
en alma errante,
en figura sin forma
que se deja llevar
por un simple pensamiento...
Me engaño,
me dejo comer la oreja,
seducir,
violar,
me dejo querer
o malinterpretar las dudas,
me dejo ahogar
hasta que mi respiración
pende únicamente de un hilo
y me rescatas
- a sabiendas de que
como alpiste de tu mano,
o de veras -
Me engaño:
la soledad es mala consejera,
el autoengaño produce estabilidad
el autoengaño produce estabilidad
aunque también una felicidad ficticia.
¿Si no puedo perdonarte
por qué disfruto de tu mano en mi sexo?
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