Ayer pude verlo en el MNAC y me impresionó...
...
La lujuria se desvive
en apresura
de abrazarme,
de besarme,
de rasgar mi piel sedienta,
de gastarme los dedos,
la lengua,
de morderme los pezones
y estirarme del cabello
pero la pereza,
la pereza es traicionera,
a veces hace como que duerme
por no querer estar despierta
y sólo deja hueco al sueño.
En sueños todo es más sencillo...
que me rompieras el collar de perlas
no sería castigo,
ni remordimiento,
ni ensuciaría
mi personalidad.
Ya estoy sucia.
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