-Hace 8 años-
Piscina, estrellas y trenza de tu pelo
Para el vudú maldito en que te empeñas.
Nacimiento y muerte, al mismo tiempo.
Ni petardos, ni coca, ni cava,
Ni hoguera en la playa.
Sólo mi fuego interior y tus destellos.
-Ahora-
Calor, bochorno, lágrimas y recuerdo.
A palabras necias oídos sordos…
Lágrima enjuta que rasga mi sueño
Y portazo inmerecido para con mi duelo.
El disfraz del bienaventurado
Se deshace en traca de pólvora
Hasta explotar y esparcir
Mis ojos, mis manos y mis piernas.
De verbena insinúas que la sangre no arde
Pero en mis entrañas rancias crecen llamas
Y mi lengua reseca no es capaz de maldecirte.
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