del caos que acostumbra
a adormecer ciertos cuerpos
en ciertos momentos,
de las nuevas voces postureo,
de la noche barcelonina
y aprovechamos para bebérnosla
también con simplicidad
a la par que la brigada de limpieza
refrescaba nuestros pies
como para mostrárnosla de nuevo.
Volvimos a hablar de la simplicidad
y lo complicado del abrazo
que nace del impulso intuitivo.
Trasnochamos
y nos perdimos en lo simple
de un encuentro fortuito
que aun no alcanzo a entender,
en un agosto caldeado y clandestino
a golpe de indirectas y versos aún no escritos,
en lo simple de un dar y recibir
sin esperar nada a cambio
pero observados desde la retaguardia
por el cabrón del miedo.
Hablamos de la simplicidad
y te la presenté sin más
desnuda, frágil,
recorriéndome de punta a punta
como tu lengua bífida
y de mi entrepierna nació
este simple poema transgénico.
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